Estamos viviendo el año 21 del siglo XXI, en un período como este, de hace ya 100 años, finalizó Don Germán Álvarez Beigbeder la composición, que sin lugar a dudas es el himno de la Semana Santa de Jerez, la marcha “Cristo de la Expiración”.
La Partitura original la posee la Hermandad y fue entregada y donada por la familia, en un acto solemne en la Ermita de San Telmo, en la década de los 80 del pasado siglo XX, estando de Hermano Mayor Miguel Ruiz Ruiz. Como detalle digno a reseñar en dicha Partitura original, hay que destacar la dedicatoria de puño y letra del autor, escribe literalmente Don Germán lo siguiente:
“A la Hermandad del Cristo de la Expiración y Ntra. Señora del Valle”
“Cristo de la Expiración”
Por tanto, Germán Álvarez Beigbeder, realiza la dedicatoria de la Marcha Cristo de la Expiración a la Hermandad, detalle por su parte muy hermoso, de una gran sensibilidad y una importancia digna de mencionar y destacar por parte del autor.
Don Germán estrena la marcha Cristo de la Expiración en la Semana Santa de 1922 detrás del paso de palio de Nuestra Madre del Valle, donde iba dirigiendo todos los Viernes Santo la Banda de Infantería Marina de San Fernando. Dicha banda, acompañaba habitualmente durante la década de los años 20 con sus sones musicales, la Estación de Penitencia triunfal de la Santísima Virgen del Valle en el pasado siglo XX.
Situándonos como decía Don Miguel de Unamuno en la infrahistoria de esos años de Hermandad, que es el curso subterráneo de la tradición eterna, debemos indicar como curiosidad de lo ocurrido en ese año 1922 del estreno de la marcha, que se estudian en la Hermandad varias acciones, entre ellas, la exposición en la Ermita de San Telmo a los jerezanos durante todo el año de la Cruz de Plata del Cristo y otros enseres, la posible compra de la casa frente a la Ermita que ocupaba la plaza y molestaba la salida de nuestros Sagrados Titulares el Viernes Santo, y la compra del solar contiguo a la Ermita de San Telmo por la gran necesidad que tenía y tiene nuestra Hermandad para agrandar nuestro Templo. Las dos primeras acciones se consiguieron realizar, pero la tercera incluso consiguiendo importantes donativos, no pudo conseguirse, no pudiendo adquirir dicho solar, y aún hoy no se ha conseguido. También en este mismo año nos visita el Cardenal Ilundain Arzobispo de Sevilla.
El Mayordomo-Hermano Mayor de aquella época fue Fernando Fernández-Gao González, perteneciendo a la Junta de Gobierno los señores: Francisco de Asís Moreno y Zuleta de Reales Conde de los Andes, José Pemartín Sanjuan, Manuel de Ysasi y García del Salto, José Fernández Cabeza de Vaca, Antonio Chacón Sánchez, Antonio Muñoz, Fernando Real Curra, Arturo Paz Varela, José Esteve Guerrero, José García Pérez y Víctor, José Bohórquez Gómez, Fermín Bohórquez Gómez, José Barea García, Ramón de Cala y Rodríguez, Rafael Pozo Roldán, Francisco de Luque Dastis, Juan Luis Calvo y del Cerro, Gonzalo Fernández de Bobadilla, José Ivison y Sánchez-Romate, Francisco García de Villegas, José López-Cepero Rodríguez, José Ruiz Barreto, y Manuel Cañete Ruiz.
Como camareras estaban la Sta. Isabel García-Pérez y Sánchez-Romate y Dña. Purificación García y Pérez-Caballero.
Como Cuadrilleros del Cristo estaban Manuel Delgado y José Perdigones, como Cuadrilleros de la Virgen del Valle estaban Fernando Letrán y Juan de Dios Mariscal y como Cuadrilleros de San Juan estaban José Vargas Moneo y José Pica Garrido.
Finalmente, dejando un último detalle histórico de esa época, el Secretario deja recogido en las actas de la Hermandad por aquellos años 20, que el eminente músico Don Germán Álvarez Beigbeder, deja girones de su inspiración al componer la marcha Cristo de la Expiración.