Mensaje de la Hermana Mayor

Mensaje de la Hermana Mayor

Apreciados Hermanos/as:

Mediante el presente escrito, quiero ponerme en contacto con vosotros hoy Viernes Santo, uno de los días más importantes del año para un cristiano, pero más aún para nosotros, que somos cristianos y cofrades devotos del momento en que expiró el Señor aquel Viernes Santo de hace ya 2020 años. Para todos los hermanos de nuestra Hermandad, el Viernes Santo es el día más sublime del año. Hoy nos recuerda Cristo, el gran sacrificio que hizo para salvarnos del pecado. Cada vez que miramos al Cristo en el momento de su Expiración, vemos la Salvación del mundo. Todos hemos contribuido en ese sufrimiento de Cristo en la Cruz, y este pensamiento nos debe llevar hoy a tener una reflexión profunda, pidiendo permanentemente perdón por nuestras culpas y pecados, tal como debemos hacerlo en la Estación de Penitencia.

Para nosotros y para toda la ciudad de Jerez, el Viernes Santo y el Cristo no es solo un momento de la Pasión del Señor, es una enseñanza, es el día en que toda la ciudad se pone a sus pies para venerar la Santa Expiración del Señor. Debemos mirar la cara del Cristo y sentir en lo más profundo de nuestro corazón el gran amor que nos ha demostrado al estar clavado en la Cruz por nuestra causa.

También hoy para nosotros y para toda la ciudad, la Virgen del Valle es fuente de nuestra devoción y nos reflejamos en los ojos llorosos de Ella. Dios le ha concedido un poder muy especial, Ella es capaz de vencer todo mal y convertir los corazones. La miramos como nuestra Madre y la Madre de Dios, observando esa dulcísima cara dolorosa que es para nosotros el amor de los amores. Ella nos guía siempre a través de su maternal intercesión hasta la presencia del Altísimo.

Como Hermana Mayor, me siento orgullosa de todos vosotros, pues habéis afrontado este Valle de lágrimas que es el momento tan difícil que nos está tocando vivir, con el espíritu de cristianos convencidos, sabiendo que celebraréis la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, con la misma profundidad que siempre lo hacemos en la Estación de Penitencia. Tal como indican nuestros estatutos, hoy al no realizar Estación de Penitencia debemos rezar el Santo Vía-Crucis, para que podáis cumplir con nuestras Reglas, podéis utilizar el enlace que más abajo se os indica, donde conectaréis directamente con el Vía-Crucis que ya grabamos el lunes de la semana pasada. Si queréis rezarlo en la intimidad también lo tendréis por escrito a continuación de este mensaje.

Este año, por las circunstancias excepcionales que vivimos, no podremos realizar la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral, sin embargo sabemos que siempre estaremos amparados perpetuamente bajo el manto de Nuestra Madre del Valle, que nos protege y nos bendice en esta vida, por la que en muchas ocasiones tenemos que padecer un Valle de Lágrimas. Ella sabe muy bien qué es el sufrimiento, y nos ayuda a soportarlo concediéndonos que se acabe el mismo con la fuerza de la Oración.

Debemos rezar a la Virgen del Valle, para que pronto se acabe esta pandemia, pues Ella es Medianera de todas las Gracias y el canal directo para recibir la fuente de estas Gracias que proceden de Cristo. Os invito a que realicéis el ejercicio Santo del rezo de la Corona Dolorosa, solicitando a la Virgen favor para que obre el milagro. De la misma forma que el Vía-Crucis, podéis rezar la Corona Dolorosa entrando en el enlace que más abajo se os indica, donde conectaréis directamente con la Corona Dolorosa que ya grabamos el miércoles de la semana pasada. Si queréis rezarla en la intimidad también lo tendréis por escrito a continuación de este mensaje.

Debemos aprovechar este Viernes Santo que nos brinda el Cristo y la Virgen del Valle, para vivirlo muy cerca de Ellos, pensando lo minúsculos que somos en este mundo y en el Universo, sabiendo que estamos en sus manos, considerando y meditando, todo lo que Cristo hizo por nosotros para llevarnos al camino de la Salvación.

Hoy también quiero acordarme especialmente, de los hermanos que estáis participando en la Asistencia Social a las familias más necesitadas de la ciudad en estos días de confinamiento, mi reconocimiento como Hermana Mayor y el de la Hermandad. Igualmente quiero recordar a las personas que llevan las redes sociales de nuestra querida Hermandad, pues sin ellas no podríamos ponernos en contacto con vosotros en estos días tan complicados, mi reconocimiento también como Hermana Mayor y el de la Hermandad, pues hacen un trabajo fantástico y hoy en día fundamental. Tanto unos como otros, sois el rostro de la Misericordia y la Caridad, y tanto unos como otros nos lleváis a ese Valle donde hay que secar muchas lágrimas, consiguiendo una luz de ilusión y esperanza practicando el amor al prójimo, deber que tenemos como cristianos y cofrades.

Todos debemos tomar esta situación como una gran oportunidad, y como ya os dije hemos de aceptar y comprender como cristianos, el sufrimiento como parte de nuestra vida. Aceptando este sufrimiento como esa gran ocasión para profundizar más en la Oración, meditando principalmente hoy en los distintos momentos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Obtendremos múltiples beneficios de la Oración, siempre que le consagremos parte de nuestro espacio y tiempo a esa luz que nos envía Cristo con su Pasión para purificación de la Humanidad.

Como os he comentado anteriormente me siento orgullosa de vosotros, especialmente por la actitud que estáis teniendo todos al respetar el confinamiento, pero además me alegra muchísimo cómo nuestra Hermandad sigue más viva que nunca, aunque no podamos abrir la puertas de nuestra Ermita, ya que lo estáis demostrando por las redes sociales y con la fuerza de la Oración.

Dediquemos hoy el Rezo del Santo Vía-Crucis y de la Corona Dolorosa por la Salvación del mundo. Encomendemos nuestras peticiones al Cristo y a la Virgen Santísima del Valle, para que protejan y libren de esta pandemia a todos los que están poniendo su vida en peligro por nosotros, rezando también por el alma de todos los fallecidos, solicitando a Nuestros Sagrados Titulares que Dios los haya acogido en su Reino y ya estén gozando de la presencia del Padre Eterno y de Su Madre Santísima.

Me despido de vosotros con un pensamiento, pronto estaremos abrazándonos y esto quedará en un recuerdo, nuestra Hermandad ha pasado tiempos de muchas más desgracias y adversidades, y siempre hemos salido adelante, en esta ocasión también lo haremos con toda seguridad.

Confiemos en el Cristo y en la Virgen del Valle, desde aquí les pido que os protejan, os bendigan y os amparen a vosotros y a vuestras familias en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir.

Un fraternal abrazo a todos.

Mª del Carmen Alonso González.
La Hermana Mayor.

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