“Aunque en las actas no hay una sola nota de reproche, censura o denigración para el régimen republicano o sus autoridades, es claro que la hermandad no comulgaba, al menos en sus principales directivos de la época, con la línea política en que aquel régimen se movió. Y por ello, al menos los directivos de la cofradía, saludaron con alegría el cambio de régimen. Muy pronto, la hermandad ha confeccionado un altar portátil de campaña, con la foto del Cristo, y la dona al Batallón de Falange, del que se reciben unas letras de agradecimiento.
“El Cristo” en Misa de Campaña durante la Guerra Civil Española (1936)
Así, en el año 1936, durante la Guerra Civil Española, fue la imagen del Cristo la elegida por su enorme devoción en Jerez, para presidir la solemne misa de campaña celebrada en la Alameda Cristina, en la fachada de la casa palacio de los marqueses de Salobral, el día 15 de agosto, día en que se repuso en la zona nacional la bandera roja y gualda que había sido la bandera española anterior a la República. Las bandas de música y las palabras del sacerdote emocionan a los presentes , mientras los aviones del aeródromo militar próximo, sumándose a los actos, surcan el cielo de la ciudad y las escuadras de Falange desfilan por sus calles y plazas. El traslado del Cristo desde la Alameda a la ermita es calificado de grandioso por las actas.
Diario ABC de Sevilla, de 16 de Agosto de 1936
Como testimonio de este acontecimiento histórico, se adjunta a continuación la crónica del periódico ABC, edición de Sevilla, del dia 16 de Agosto de 1936, donde se da detalles de ese hecho histórico en Jerez y para esta Archicofradía.
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A continuación se transcribe literalmente:
“_____EN JEREZ_____”
Jerez de la Frontera 15.
“Día histórico, memorable, grandioso, el de hoy, para esta ciudad, al ser izada la bandera nacional, la roja y gualda”.
“En la Alameda del Marqués de Casa Domecq, frente a la fachada de la casa palacio de los marqueses de Salobral, instálose un altar portátil con la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, teniendo a sus pies un hermoso cuadro de Nuestra Señora de la Merced, patrona de Jerez.
Todos los balcones de las casas de la cuidad lucían colgaduras, mantones de manila, tapices y reposteros. Minutos antes de las once llegó el excelentísimo Ayuntamiento bajo mazas, presidido por el Alcalde, don Bernabé Rico Cortés, con todos los gestores municipales, autoridades y representaciones de todas las corporaciones y entidades.
En los distintos sitios de la amplia avenida habían formado muchachos de la Falange, margaritas, pelayos y balillas, Guardia Civil, Carabineros, Cruz Roja, Falange Española, Requeté Tradicionalista Batallón de Milicianos, Caballería, etcétera, etcétera. Mandaba la línea el comandante militar de la plaza, marqués de Casa Arizón, cuya presencia fue acogida con gran manifestación de entusiasmo.
Al ser izada la bandera roja y gualda en el balcón principal de la indicada casa, el gentío, que ocupa en totalidad el pintoresco y amplio paraje, prorrumpió en entusiastas vivas y aclamaciones. El Marqués de Casa Arizón pronunció vibrante y patriótica arenga, haciendo resaltar lo que tan gloriosa enseña significa. Tuvo palabras elocuentísimas que fueron subrayadas con ovaciones cerradas. En distintas ocasiones cruzaron casi a ras de los tejados de las fincas, tres trimotores.
Seguidamente tuvo lugar el Santo Sacrificio de la Misa, que ofició el capellán castrense don Juan Sanjuan, quien después pronuncio elocuente oración sagrada. Daban guardia de honor al altar individuos de Falange Española y del Requeté.
El momento de alzar fue de indescriptible emoción. Destacaban centenares de encantadoras mujeres, luciendo clásica mantilla española, adornándose con flores tojas y gualdas, con lazos y cinturones de los mismos colores.
El Ayuntamiento precedido de la banda municipal de música, se trasladó por la antigua calle Tornería a las Casas Consistoriales. Desde el balcón principal de las mismas, las autoridades presenciaron el desfile de las fuerzas.
La calle Consistorio, a la que se le había dado el nombre del ilustre Calvo Sotelo, se vio invadida por inmenso gentío, como jamás se congregó en Jerez. Las distintas tropas y organizaciones pasaron en correcta formación entre el entusiasmo popular. El Alcalde Sr. Rico, pronunció breves y sentidas palabras de exaltación a la bandera española que se acababa de izar, y tuvo frases de admiración y gratitud para el comandante militar de la plaza, marqués de Casa Arizón, por su acertada intervención, que había evitado muchas lagrimas y sangre para Jerez.
El día de hoy, como antes se consigna, ha sido de júbilo, de esplendor, de recordación grata para Jerez. En la planta alta del Ayuntamiento se sirvió esplendido lunch.
Por la tarde fue llevado procesionalmente la venerada imagen del Cristo de la Expiración a su Ermita de San Telmo, entre grandes manifestaciones de júbilo”.
ABC, edición de Sevilla, del dia 16 de Agosto de 1936