COFRADEMANÍA. Magnífico Pregón de Antonio Moure “Cuando pasa el Cristo, algo grande pasa”
“Extraordinario, grande, fantástico Pregón del 425 Aniversario de la Hermandad del Cristo, el que Antonio Moure nos brindó este viernes en el espacio museístico conocido como ‘El Misterio de Jerez’, o si lo prefieren, ‘El Museo del Vino’ de la Atalaya. Un pedazo de Pregón sin paliativos, que eso sí, se perdió mucha gente. Quizás demasiada. Aunque esto, en Jerez, ya no es noticia”.
“Moure, quien ya ha cogido -ya hace tiempo- ese poso que no tenía cuando dio el Pregón de la Semana Santa de Jerez en 1998 -aunque fue un pregonazo- preparó una pieza distinta, a medio camino a veces entre una conferencia divertida y una catequesis de profundas reflexiones, y supo utilizar con acierto y sin estridencias, los recursos técnicos que la sala le ofrecía. Así, para empezar, tras breve y certera presentación de Jesús Rodríguez, el poema de Antonio Gallardo dedicado a la ‘Flamenca del Manto Rojo’, y además ‘al alimón’ con el propio ‘Tío Antonio’, gracias al trabajo cómplice de sus compañeros de Onda Jerez. Momentazo”.
“Luego, mientras las pantallas del museo alternaban imágenes históricas de la cofradía, Moure desgranó una colección de estampas anecdóticas de la corporación a lo largo de los siglos, alternando su narración con poemas de remate, romances y décimas, que ofrecieron, quizás, lo mejor de él. Hacer llorar es difícil. Hacer reír, algo más difícil todavía, y él lo consiguió”.
“No faltó tampoco el elemento musical, a cargo de la Banda Municipal de Música, o de un trío de percusión hecho con horquillas, o incluso de una saeta que rescató aquella histórica letra de “..en puerta en puerta yo voy..”. Tampoco faltaron piezas de su propia cosecha, como el poema, arreglado y enriquecido que dedicó al Cristo en San Miguel en su Pregón, o el canto que dedicó a la Virgen del Valle cuando ésta estuvo en Santo Domingo antes de ir a la Catedral para ser coronada. Precioso”.
“Igualmente, no faltó el recuerdo para los que no están, ni la dedicatoria a su padre Antonio, a quien entregó este canto con aires de San Telmo, y para el final, como siempre el mejor vino, un canto de esperanza en el futuro, depositado en la figura de los niños, y en especial de su hijo Antonio, a quien dedicó un verso final acompañado por la banda, interpretando ésta ‘Cinema Paradiso’, que inundó de emociones los últimos rincones de este maravilloso pregón”.
COFRADEMANÍA
Entrega del recuerdo de agradecimiento de la Hermandad al pregonero